Necesitamos un Sistema Primario de Salud Universal

Por: Daniel Ortiz MD, Coordinador general de la Red de Salud del MVC

La transformación que ha sufrido el sistema de salud en nuestro país en los pasados 30 años es evidente. Como participante activo de ese cambio, ya que me gradúe de Médico en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM)  de la UPR en el 1989, puedo señalar desde mi punto de vista donde fallamos y que podemos hacer para retomar el camino correcto. El MVC tiene en sus prioridades atender la crisis de salud presente y está consciente que requiere moverse hacia un nuevo modelo de atención a la salud que tenga como prioridad el bienestar de todos los participantes (pacientes, proveedores, educadores) y no el lucro de unos pocos representados en estos momentos mayormente por las aseguradoras. Un Sistema de Salud Universal con modelo de Pagador Único es una alternativa posible ante esta crisis y sólo merece que al menos se estudie su viabilidad en Puerto Rico, usando el crisol de la experiencia en otros países. Debemos reconocer que es casi imposible regresar al pasado modelo de regionalización de servicios y donde las Unidades de Salud Pública y los CDT jugaban un papel prominente. 

Las bases que se requieren para garantizar accesibilidad, costo efectividad, eficiencia y calidad requieren visualizar el desarrollo de un sistema primario sólido. Desde ese nivel es que se puede impactar con mejores resultados los índices de salud. El modelo curativo de salud que impera al presente es fragmentado, no ofrece continuidad, es más costoso e ineficiente. Muchas voces que se alzan al presente claman por más especialistas y subespecialistas como la panacea a la solución de la crisis. Reconocemos la fuga de médicos como un problema presente, pero existen alternativas para optimizar los servicios con los recursos disponibles. 

Estar preparados para cuando a un individuo le dé un infarto, le aparezca un cáncer, le falle el riñón, requiera diálisis, se quede ciego, lo incapacite la depresión, esté sumergido en el abuso de drogas legales e ilegales, es útil pero no es la alternativa más apropiada para mejorar los índices de salud. Es responsabilidad del gobierno y los proveedores del Sistema de Salud buscar los recursos para atender las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la salud mental, las complicaciones de la diabetes, hipertensión, depresión y otras condiciones crónicas. Debemos buscar soluciones para trabajar con el deterioro de la salud de nuestros habitantes. Sin embargo, merece atención urgente evitar que la población llegue a ese estado de deterioro en la salud y para ello debemos priorizar en la población infantil, la juventud y la adultez joven. La mayor parte de estas condiciones crónicas se desarrollan en el adulto y la adulta  mayor y en la persona envejeciente, con consecuencias de requerir los mayores costos económicos. Existen muchos factores de riesgo prevenibles que identificados en etapas tempranas y atendidos apropiadamente resultarían más costos efectivos. 

¿Cómo podemos ejecutar esos cambios de dirección en la forma que visualizamos la salud? 

Enumero algunas recomendaciones que pueden adoptarse para producir efecto inmediato y futuro: 

  1. Revisar, en la Reforma Vital, el modelo de cuidado coordinado para darle más alcance de operación al médico primario en términos de más libertad de ordenar estudios de cernimiento, ordenar medicamentos y referidos a especialistas (disminuir el riesgo del médico y pasarlo a la aseguradora). Esto podría ser más efectivo si la operacionalidad es uniforme como resultaría de un Sistema de Salud Universal.
  1. Identificar los pacientes con condiciones crónicas y moverlos a una cubierta que les permita un tránsito más expedito a los especialistas, subespecialistas y a los tratamientos que recomiendan.
  1. Crear un mecanismo para que los pacientes puedan realizarse las pruebas de cernimiento y estudios diagnósticos recomendados por la comunidad médica y científica de acuerdo con su edad, género, sexo, factores de riesgo, entre otros parámetros, sin necesidad de referido médico.
  1. Promover la educación médica de una forma integral, holística que estimule a los Programas Académicos de las Escuelas de Medicina a fortalecer la Medicina Primaria.
  1. Incentivar a las Escuelas de Medicina y las Escuelas de Profesionales de la Salud a desarrollar Programas de Adiestramiento en Centros Primarios a través de toda la isla para motivar a la próxima generación médica y profesionales a establecerse en esos lugares, aumentándole las opciones de práctica e insertándoles en los lugares donde escasean profesionales de salud (promoviendo así estabilidad y oportunidades de integración al Sistema de Salud sin necesidad de abandonar la isla).
  1. Legislar para desarrollar un modelo de compensación por servicios de salud justa, equitativa (comparable con tarifas Medicare) y donde se incentiven parámetros como calidad, accesibilidad, énfasis en prevención y promoción de salud (Modelo de Pagador Único).
  1. Fortalecer los Sistemas de Vigilancia y fiscalización por el Departamento de Salud para crear un sistema ágil, dinámico y efectivo. Evaluar la posibilidad de activar agentes externos al vaivén del gobierno para garantizar una evaluación continua y precisa del funcionamiento del Sistema de Salud (Consejo Multisectorial de Salud).
  1. Legislar para garantizar los fondos, la revitalización de nuestro Centro de atención supra terciario y de medicina traumática, catastrófica y de condiciones especiales, así como promover la creación de otros centros al menos en los cuatro puntos cardinales del país.
  1. Educar al paciente, las comunidades y a participantes dentro del sistema de salud para una participación responsable, asertiva necesaria mejorando la calidad de la salud en Puerto Rico.

Con el inmenso presupuesto destinado a la salud es posible encaminar este proceso con pasos inmediatos y otros a más largo plazo. El bienestar y futuro de nuestra isla irá de la mano con la capacidad que demostremos para garantizar la salud óptima de nuestra población. Se recomienda con carácter de urgencia movilizar a todos los sectores de la salud para ofrecer alternativas viables para resolver esta crisis.

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