Mujer

Por: Raquel Maria Gonzalez Sparks

Portavoz de Ciudadanía por la Transparencia Electoral (CTE)

Hoy conmemoro a todas las mujeres que han dado corazon y vida a la lucha en reclamo del espacio que como SERES HUMANOS se nos ha arrebatado y como SERES POLÍTICOS se nos ha ocupado. A la mujer la definió un universo controlado por una psiquis masculina que la describió, identificó, y definió según su percepción, deseos, ego y necesidades. El hombre se miró al espejo, y bajo lo que vio, sintió y deseaba ver, se definió a si mismo y al mundo que, bajo el parámetro de la fuerza, controlaba. Y desde alli, definió a la mujer; sin conocimiento alguno y de manera objetivizante. Fuese ese objeto motivo de su admiración, odio, amor, o respeto, el hombre en el mejor caso  “le ofrece” su reconocimiento, y desde allí entonces la define, “le otorga” espacio que el delimita y decide,  “le permite” participar en “su mundo”, o en el peor de los casos la usa, maltrata, invisibiliza, esclaviza, denigra o asesina. El punto es que se creó un universo desde la visión única del conquistador: el hombre. Quien, ni es dueño ni amo, ha ejercido dominio constante. Desde allí la mujer, una tras otra, lucha. No por convencer al hombre de que merece ser vista como sujeto igual, sino por sacarlo del espacio que ha ilegítimamente ocupado: el de mirándose ELLA al espejo, definirse desde su realidad, esencia, deseos, necesidades y horizontes, que son propios y distintos. Esto lo hemos hecho ejerciendo nuestra igualdad como sujetos así el patriarcado lo resista.

En este lucha incansable de reconquista, no habremos de descansar hasta lograr retomar por derecho propio el espacio de sujeto arrebatado; hasta definirlo desde nuestro ser y realidad, y desde alli, EN IGUALDAD DE VALOR Y DERECHOS re-construir nuestro país a imagen y semejanza de lo que somos: un pais con sujetos politicos diversos de igual valor, con diferencias y particularidades intrínsecas en su definición.  Ello redunda en la creación necesariamente conjunta de un universo social, político, económico y ciudadano que, sobre los principios de la equidad, plasma esa igualdad aún ignorada y resistida.

Entienda el mundo: No queremos ser hombres, amoldándonos a su ser. Ni que “generosamente“ y de manera condescendiente nos designen parte de “su” espacio. NO. Somos mujeres que queremos se retire de nuestro espacio forzosamente ocupado la presencia ilegítima patriarcal/machista.

La identidad propia es inalienable, ni se da ni se quita: Se exige si reconocimiento. El derecho a SER es inalienable; no se pide, se declara. Declaramos nuestro ser y exigimos su reconocimiento. Ejercemos nuestro derecho humano (social, politico, economico, cultural) en el territorio donde SOMOS y vivimos, tanto geográfico como político y social, a SER QUIENES SOMOS y a re-construir este NUESTRO país de forma tal que esa realidad se plasme y se viva. En condición de igualdad con todo otro género.

En otras palabras, vamos por la descolonización de nuestro género.

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