Por: José N. Medina Fuentes
Hay algunos líderes penepés que son listos, que no es lo mismo que virtuosos. Tan pronto supieron que perdieron el control de la legislatura en las elecciones de noviembre de 2020 y su gobernador sacó un 32% de respaldo, acudieron a su talento, que no es lo mismo que virtud. Como obtuvieron un supuesto 52% de respaldo en el plebiscito, amañado y sin oposición efectiva al mismo, en diciembre de 2020 aprobaron a toda prisa la ley para elegir los 6 delegados cabilderos por la estadidad. No la podían aprobar en enero de 2021, ya no tenían los votos en la legislatura. Es una ley obtenida del saco de trucos que se ha convertido este pantano politiquero colonial. Se vale todo, aunque sea saqueando los fondos públicos.
El domingo se celebró esta elección de los seis (6) “cangrimanes”. Se paga con los fondos públicos. Pero sí la constitución del ELA dice que no se pueden utilizar fondos públicos para fines privados. Y en otra época, con otra composición política del Tribunal Supremo, éste había resuelto que no pueden utilizarse fondos públicos para adelantar la ideología de un partido político. Ahora, con otra composición ideológica en la rama judicial: ¿lo que antes era malo ahora es bueno?
Volvemos. Es la era de la listería. Lo importante es ser astuto, ganso, jaiba, listo. Madrugar al opositor. Se vale todo. ¡Ah! Y por cierto, hay que condimentar, disfrazar la listura. Mencionar mucho “ideal”, “igualdad”, “derechos civiles y “humanos”. Esas palabras serán talismanes, sábila santa, alquimia, para transformar un burro en caballo. Y estaría bien si el PNP y sus estadistas levantaran un fideicomiso con fondos privados para enviar una delegación de cabilderos al Congreso. Lo mismo podrían hacer estadolibristas o independentistas. Lo que es impermisible es que utilicen los fondos de contribuciones aportadas por todos los ciudadanos, de todas las ideologías políticas, para adelantar fines ideológicos privados de un sólo sector.
¿Porque donde está la moral, la virtud? Si los líderes del PNP desmantelaron al Colegio de Abogadas y Abogados. ¿Recuerdan? Eliminaron la colegiación compulsoria del Colegio de Abogados. Radicaron un litigio en la Corte Federal, el famoso caso Schneider. Alegaron que se usaban las cuotas de todos los colegiados de distintas ideologías para adelantar las agendas de los independentistas. La Corte Federal, de composición anexionista, prohibió el uso de cuotas generales de los abogados para adelantar agendas ideológicas políticas privadas. Resolvió la corte federal que eso era inmoral e ilegal. Un sector de estadistas fundaron una asociación privada de abogados, aportan sus fondos privados y hacen y deshacen lo que desean con ella.
Pero de buenas a primeras ahora se puede financiar una elección de un sector político privado ideológico con fondos públicos. Y además pagar la friolera de $170,000 anuales a cada cabildero estadista electo.
Es la era de los “jaibas”. De que vale la inteligencia, astucia, gansería, listura si no hay virtud. Si en esta sociedad de tradición cristiana Satanás, el Príncipe caído del mal, es genio, inteligente, talentoso, astuto. Pero es la ausencia total de moral, de virtud. Es la encarnación de la maldad. Parafraseando a José Ingenieros: el humano inteligente, talentoso, pero sin virtud es mediocre.
Luego del domingo seis (6) listos serán elegidos, en la votación más reducida de la historia nacional. Saldrán ricos, podrán reflejar unos estados financieros con ingresos anuales, garantizados con fondos públicos, de un territorio quebrado, por la suma de $170,000.
Los “cangriman” y “cangriuman” lucirán bellos atuendos, pasearán orondos por los espacios de la metrópolis, con identificaciones expedidas por el ELA para cabildear por la estadidad. Es la era de los gansos.
*Publicado originalmente en Facebook. 16 de mayo de 2021.
