La descolonización apremia

Autora: Olga Sanabra Dávila

Si bien es cierto que los problemas de Puerto Rico al presente son globales por la etapa de capitalismo salvaje que vive el mundo, en Puerto Rico, el capitalismo salvaje nos está llevando al colonialismo salvaje, el colonialismo en su máxima expresión.

 

En ese marco colonial no es posible resolver nuestros problemas de manera efectiva. En su afán de dar respuesta a los problemas específicos que intentan atender, los movimientos sociales y sectores en lucha en Puerto Rico no pueden darle la vuelta a la realidad colonial. No es posible porque la respuesta a los reclamos de los movimientos tendrá que venir con unos poderes que se le han usurpado al pueblo y por ende al gobierno de Puerto Rico. 

 

Por la falta de poderes del país, tiene que iniciarse el proceso de descolonización, al mismo tiempo que los movimientos sociales siguen su trabajo. Tiene que darse una redefinición de nuestra relación con Estados Unidos no colonial y no territorial, como reza el programa de gobierno del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC). Es decir que el proceso de descolonización no puede extender nuestra subordinación a los poderes plenarios del Congreso de EE.UU. sobre nuestro país como tampoco puede extender la aplicación a Puerto Rico de la cláusula territorial de la Constitución de Estados Unidos.

 

Por estos motivos el MVC debe evaluar su enfoque en la descolonización que es uno de los tres pilares de la Agenda Urgente. Además, porque todos los mensajes de Washington apuntan a que difícilmente llegará una iniciativa descolonizadora desde la capital de EE.UU. La iniciativa descolonizadora debe originar en Puerto Rico, como rezan las resoluciones más recientes del Comité de Descolonización de Naciones Unidas. 

 

No obstante, después de las elecciones, e incluso durante la campaña electoral no se reflejó el alto nivel que el MVC asigna a la descolonización en su programa. Este año se perdió una buena oportunidad de adelantar en la orientación sobre el mecanismo procesal de descolonización que plantea el MVC que es la Asamblea Constitucional de Estatus (ACE). La radicación del Proyecto 5 de la Cámara de Representantes a principios de enero pasó sin pena ni gloria, aunque ese proyecto recoge el proyecto de ACE del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, el cual tiene el apoyo de sectores y figuras importantes del país. El mismo recoge un consenso con la participación de favorecedores(as) de las opciones de estatus que se debaten en el país. A groso-modo, incorpora los ejes para una ACE que plantea el MVC. ¿Qué pasó ahí? 

 

Esto ilustra la visión que como no hay condiciones para la descolonización hay que seguir adelantando los movimientos sociales. Pero esta presunción hay que examinarla con detenimiento. El reclamo descolonizador es prácticamente unísono y se refleja incluso en las intervenciones de peticionarios de todo el espectro político en las vistas sobre Puerto Rico del Comité de Descolonización de Naciones Unidas. Por otro lado, para la Asamblea Constitucional habrá que crear las condiciones aprovechando cada oportunidad de adelantar como fue el Proyecto 5.

 

Es claro que el Pedro Pierluisi no iba a firmar un proyecto de Asamblea Constitucional, pero el ejercicio de discutirlo ampliamente más allá de vistas públicas habría sido un ejercicio útil para poner en tensión a la legislatura sobre la tan cacareada necesidad de terminar con la colonia que muchos(as) pregonan para allegar votos. 

 

Los legisladores(as) del MVC, además de enfocar en lo relacionado a los otros dos pilares del Programa del MVC deben estar pendientes a posibles pasos para la discusión, educación y materialización de la Asamblea Constitucional de Estatus. De lo contrario el énfasis del MVC en la descolonización a través de una ACE quedará sobre papel a pesar de la existencia y el trabajo de la Red de Descolonización y a pesar del reclamo anticolonial existente del país. 

 

No vamos a desesperarnos, pero sí la descolonización apremia. Eso lo asevera la realidad de deterioro en todos los ámbitos que al presente sufre Puerto Rico y la ausencia de poderes para darle respuestas eficaces, no meros parchos. El capitalismo salvaje es otro cantar, pero sus efectos se multiplican con el colonialismo salvaje que estamos sufriendo y tenemos que resolver. 

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