¡Hay que espabilarse!: ¿Vacunarse o no vacunarse?

 

Ángel R. Villarini Jusino

Un reciente titular de El Nuevo Día señala: Puerto Rico entra en una fase clave en la vacunación contra el COVID-19: “Ahora viene el hueso más malo de roer”. Se estima, según el artículo que entre 20% y 25% de la población, no se inocularán pues no creen en las vacunas, están inmunocomprometidos o simplemente no quieren hacerlo. Pienso que buena parte de estas personas que no quieren vacunarse no están adecuadamente informadas o han sido desinformadas. Veamos un ejemplo: ¿Qué titular prefiere usted?

CDC Data Show 4,000+ Reported Deaths Following COVID vaccines as Kids 12 and Older Now Eligible (Titular de artículo en The Defender)

CDC Data Show 4,000+ Reported Deaths Following COVID Vaccines, that is .00159 of the total 254.800+ million COVID vaccine doses administered (Titular de Villarini, luego de leer el artículo en The Defender)

Frente a estos dos titulares: ¿Cuáles son las consecuencias en la opinión pública de uno y otro? ¿Cuáles son los hechos? ¿Cómo los interpretas para tomar una decisión?

Hace algunas semanas atrás tuve que enfrentarme, como cientos de miles de puertorriqueños, a la decisión de vacunarme o no para protegerme del COVID-19. Firme defensor y practicante de la autodeterminación y el consentimiento informado en materias de salud, me di a la tarea de buscar y analizar información en forma crítica para tomar una decisión. 

Por “forma crítica” quiero decir que, aunque reconozco en la ciencia la mejor forma de entender los fenómenos de la naturaleza (bio-química-física), soy consciente de sus limitaciones. Por un lado, la ciencia carece de “verdades”, sólo sostiene hipótesis, posibles explicaciones, que tienen a su favor el gran peso de la evidencia, rigurosamente conseguida a través de su método de investigación. Por otro lado, no ignoro que la práctica o uso de la ciencia, por parte de sujetos o instituciones, no siempre obedece con rigor al método que la anima. 

Desde una perspectiva crítica lograr el consentimiento informado en materia de salud, requiere que examinemos los datos obtenidos de manera científica. Sobre esa base debemos tomar una decisión sobre el curso de acción que resulta probablemente más conveniente a nuestra salud. Cada posible curso de acción tiene sus costos y beneficios y en materia de salud hay áreas grises en las que el sopesarlos no es tarea fácil. Ese es el caso de la vacuna del COVID-19.

Debido a los altos riesgos que para la salud representaba este virus, era necesario tomar diversas medidas de emergencia. Sin entrar a considerar los posibles errores estratégicos que puedan haberse cometido y las razones para ello, en los Estados Unidos se puso el más grande esfuerzo en desarrollar una vacuna. La urgencia con que se llevó a cabo el proceso trae un mayor elemento de incertidumbre sobre su efectividad y posibles efectos secundarios, que aún están por completar de determinarse. 

De modo que no estamos frente a una decisión en la que sea fácil decidir qué es lo más conveniente. Una manera de hacerlo es prestar atención a los datos que generan los estudios científicos de seguimiento a la vacunación. Veamos los datos que publica el  Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS), el principal sistema que opera con fondos del gobierno de los EU para informar sobre reacciones adversas a la vacuna. Se advierte que los informes sometidos al VAERS requieren mayor investigación antes de que una relación causal pueda establecerse. Algunos de los datos son los siguientes:

  • Hasta el 7 de mayo, en los E.U., se habían administrado 254.8 millones de vacunas para el COVID-
  • Hasta el 7 de mayo, de las 4,057 personas fallecidas, luego de serles administrada la vacuna,  el 21% se relaciona con desórdenes cardiacos.
  • La edad promedio de los(as) fallecidos es de 74.8; solo se registraron 3 fallecimientos atribuibles a la vacuna en menores de 18 años. 
  • La evidencia recopilada sugiere una posible relación causal con la vacuna de Johnson and Johnson  y cierto tipo de trombosis  
  • La Dr. Sara Oliver del Centro para el Control de Enfermedades de los EU, indica que los beneficios de vacunarse superan los del riesgo de no hacerlo. 

A mi modo de interpretar dichos datos, los mismos tienden a confirmar que hay riesgos asociados a la vacuna; que nadie puede garantizar en un 100% que no habrá consecuencias adversas, incluso de muerte, por vacunarte. Pero, los datos indican que ese porciento de riesgo de muerte es probablemente inferior que el que te tomas cada vez que sales de tu casa. Y mucho menor que el que te tomas si no te vacunas y te contagias o contagias a otro de muerte. 

 

Nota. Los datos presentados provienen del artículo en The Defender:

https://childrenshealthdefense.org/defender/vaers-cdc-data-reported-deaths-covid-vaccines-kids-12-now-eligible/?utm_source=salsa&eType=EmailBlastContent&eId=be2eb0f0-72cb-4603-ada0-cfa8d9123b3b https://childrenshealthdefense.org/defender/vaers-cdc-data-reported-deaths-covid-vaccines-kids-12-now-eligible/?utm_source=salsa&eType=EmailBlastContent&eId=be2eb0f0-72cb-4603-ada0-cfa8d9123b3b

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