Alexandra Lúgaro y su retiro de la política electoral


NOTA DEL EDITOR: Esta columna fue publicada por su autor en su página personal de Facebook. Las expresiones vertidas a continuación sólo representan el sentir de su autor.
Por: José Nicolás Medina Fuentes
Alexandra fue atacada, vilipendiada por detractores de derecha e independentistas.  Algunos, con tradición familiar de izquierda y con cargos de dirección en grupos hasta la llamaron enemiga personal. Los ataques ocurrieron por todos los flancos. Desde afuera de su partido activamente, despiadadamente. Otros desde adentro de su MVC con declaraciones erróneas o el silencio cómplice, oportunista y pueril, no abrieron su boca cuando otros y otras la atacaban. En su caso encaja la frase de que el rayo cae en las palmas por su altura.
Cuando el caso de la demanda laboral, sin estudiar la realidad concreta de que había sido una sentencia en rebeldía en la que ella no había sido parte, que en un proyecto de sentencia de encargo la mencionaron como actora de discrimen, pero todo aquel que conozca el proceso sumario laboral sabe que si un patrono en 10 días no contesta le anotan la rebeldía y dictan sentencia en su contra. Alexandra no fue emplazada, no tuvo la oportunidad de un debido proceso, de defenderse en ese caso, no fue parte en ese litigio. A pesar de esa evidente injusticia hubo personas  de su propio partido que acudieron a la prensa corporativa a denunciar como discriminatoria a los dominicanos y otros guardaron silencio.
Cuando surgió el asunto del video, los acosadores, los difamadores, los mercenarios  de ocasión hicieron su agosto por las redes, de todos los sectores. Y aún cuando se les ilustró que el quejoso era un buscón empresario  argentino, desprestigiado en su país, que no había robo de derechos de autor alguno, que el político dueño originario  de los derechos del video no había aparecido a reclamar, que eso constituía abandono de cualquier derecho de autor, que no había plagio porque Alexandra en el mismo video reconocía el origen de la idea y plagio es copiar una idea sin acreditar el autor de la idea, a pesar de todas esas verdades, los acosadores y difamadores seguían con sus agendas de intentar mancillar su carácter y reputación; mientras también ocurría el silencio evidente de sectores de su liderato del MVC.  Por buena fortuna  miles de sus seguidores fieles medios y de base la defendían a brazo partido en las redes sociales porque sabían que se cometía una gran injusticia.
Cuando la muñeca maldita atacó su familia en sus controversias de custodia y acoso por su ex esposo, y el andamiaje de la calumnia le lanzó otra plaga, otros tantos hicieron su agosto. Cuando la flamante ex gobernadora a punto de culminar su puesto no electo indultó a su ex esposo, la solidaridad con Alexandra desde afuera y desde adentro del liderato de su partido no fue lo suficientemente viva y enérgica.
Cuando noté que el andamiaje del partidismo establecido había diseñado una campaña para continuar desacreditándola, porque sus encuestas le daban un respaldo cercano al 30% de apoyo y tenía posibilidades de ganar la gobernación y arreciaron una campaña sistemática por todos los flancos para espantar a los más indecisos, aún a costa de dividir aún más al electorado y resaltar figuras ajenas al bipartidismo, volví de un retiro de semanas previo a los comicios, para señalar esa agenda injusta e Infame.
Tengo la tranquilidad que en esos incidentes de odio y vileza contra Alexandra no guardé silencio. Mis escritos son fiel testigo de solidaridad hacia ella, a pesar de que no he militado en el MVC. Por esos escritos personas que tenía en estima y eran mis amigos, y otros mercenarios y oportunistas que nunca lo han sido,  acudieron a atacarme despiadadamente. Mi página es fiel testigo de una limpieza y renovación fruto de mi apoyo crítico, pero unitario, a Alexandra y al MVC y al PIP y Plan C en el proceso electoral, mientras aconsejaba rechazar los Planes A y B del bipartidismo.  El collar de una solidaridad endeble se rompió en el caso de Alexandra, pero también comenzó a hilvanar otro, el verdaderamente necesario,  el cordel solidario que surge de los buenos sentimientos y de la necesidad vital.
Para aquellos, de todos los sectores ideológicos, y sobre todo algunos e insisto algunos, que se colocan la etiqueta de izquierda o de independentistas, por más que digan que  les importa la sustancia de las cosas, en el fondo, en lo más profundo de su ser no trasciende su espíritu más allá de las formas. Hagan un examen de conciencia y acometan un ejercicio de sincera, brava  y pública autocrítica.
Ahora,  ante las declaraciones, muy respetuosas y elegantes de Alexandra de que se retira del ruedo electoral surgen muchos comentarios, pero no he visto ninguno crítico y autocrítico de esas conductas viles y egoístas. Como siempre la culpa es huérfana y muda.
He publicado bastante sobre las heridas que ha dejado el acoso y sectarismo en el proceso electoral de noviembre de 2020 ante el cual los partidos progresistas acudieron fraccionados. Pero como en todo, una enfermedad o mal no se cura o supera si no se reconoce y describe primero. No cabe duda, ni la hipocresía ni el olvido sanan o solucionan. No sirve esconder el arma y los casquillos del odio y sectarismo debajo de la alfombra como si nunca hubieran ocurrido, para entonces sacar la sonrisa hipócrita  de que todo ahora es paz y armonía. Así no se hace patria. La injusticia, la verdad no se esconde. Nuestro pueblo transita por un periodo especial causado por la crisis de deuda, magnificado por huracanes, terremotos, corrupción rampante y la pandemia que continúan,  y clama por él surgimiento y desarrollo de líderes solidarios y valientes que lo representen en todos los espacios. Como decía Albizu en Puerto Rico el talento nace silvestre. Pero hay que darle aliento y abonar y no talarlo. Este  mundo es pequeño, todo a la larga se sabe. Y quien sea egoísta, oportunista, no solidario debería tener sus días de agosto contados.
Alexandra, con suma inteligencia, y por las razones que ella ha expresado con tanta elegancia y mesura, ha anunciado su retiro del proceso caníbal electoral. Tiene mi humilde respeto. La reconozco como una de las figuras prometedoras jóvenes que tiene nuestro país, igual que Manuel Natal, Juan Dalmau, María de Lourdes Santiago, Alexandria Ocasio Cortez  y otros y otras.  Pero Alexandra ha aclarado que se mantendrá en otros espacios a disposición del bien común. Hay muchos espacios disponibles para hacer un bien. Como he dicho antes, un bien se puede hacer en cualquier lugar y momento, incluso en el infierno levantando una cruz. Aunque no se puede hacer un balance final de nadie hasta qué parte de estas formas terrenales, Alexandra ha dado buen ejemplo sincero de hacer el bien, y merece el justo reconocimiento de lo realizado y el respaldo futuro de lo que planifique realizar.

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