Talibanismo y antifeminismo. Una lección histórica sobre la importancia de la perspectiva de género

Autor: Ángel Villarini Jusino

«Si no renuncian a la cultura occidental, tenemos que matarlos».

-Los combatientes del Talibán hablan con la BBC.

 

«Quemé mis libros, desactivé mis redes… Todo lo que soñé alguna vez desapareció».

-Testimonio de una universitaria en Afganistán luego de la toma del país por los talibanes

Hay quienes, a la altura del Siglo XXI, pretenden hacernos creer que el ser mujer, el género -a diferencia del ser hembra, el sexo- no es algo cultural, sino natural y mandado por Dios. Así piensan los talibanes, una tendencia ultraconservadora dentro del Islam. Carentes de la perspectiva de género, toman como natural y divino lo que no es sino producto de su historia, cultura e ideología religiosa de su país. Regresados al poder en Afganistán, pretenden revertir los derechos que frente al hombre conquistaran las mujeres por los pasados 20 años.

Las conquistas de las mujeres afganas por los pasados 20 años

El 3 de enero de 2004, la Asamblea afgana promulgó una nueva constitución “en el nombre de Dios, el más magnánimo, el más misericordioso”. El preámbulo señala las circunstancias históricas del país que justifican el contenido de las normas y la importancia de observar los Derechos Humanos. Su artículo sexto obliga a la creación de una sociedad prospera y progresista, que se base en la protección de los derechos humanos, la democracia, la unidad y la igualdad de todo el pueblo afgano. El séptimo, habla de la observancia de los tratados internacionales y la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En el número se prohíbe cualquier discriminación o distinción entre los ciudadanos afganos, señalando que “Hombres y mujeres, tienen iguales derechos y obligaciones ante la ley”.

Aunque, a pesar de la nueva constitución, el progreso en derechos no resultó el deseado, importantes logros tuvieron lugar para las mujeres:

  • en 1999, no había una sola niña inscrita en escuela secundaria y sólo había 9.000 en primaria. Para 2021, 3.5 millones de niñas iban a la escuela y cerca de un tercio de estudiantes en universidades públicas y privadas son mujeres.
  • el 22% tienen empleos y representan el 27% de los empleos en el sector público.
  • para 2019, más de 1,000 habían empezado sus propios negocios
  • la constitución se reformó para establecer que debían ocupar por lo menos 27% de los escaños en el Parlamento, y en julio ocupaban 69 de 249 escaños.
  • eliminación de artículos específicos que dan a un hombre derechos sobre la mujer como, por ejemplo,  el tener relaciones sexuales con su esposa una vez cada cuatro noches.

Los talibanes piensan que derechos como estos adquiridos por la mujer son “ideología” que occidente pretende imponerles y que va contra la naturaleza y lo dictado por Dios. Frente a estas conquistas los talibanes pretenden que las mujeres actúen de acuerdo a lo que consideran es su verdadera naturaleza y la religión del Islam, la palabra de Dios, manda. Las mujeres tendrán derechos «en el marco de la ley islámica» ha declarado Zabihullah Mujahid, portavoz actual de los talibanes.

¿A qué se refiere? No lo sabemos exactamente, pero podemos imaginarlo, si hacemos historia.

La mujer en el talibanismo 

Si bien hoy pretenden ser moderados ante los ojos del mundo, la represión contra estudiantes y trabajadoras ha comenzado. El autoproclamado “Emirato Islámico de Afganistán” se regirá por la sharia1, luna ley que interpretan en el sentido más estricto y que aplicaron cuando 20 años atrás tuvieron el control del Estado. Veamos algunas de las prohibiciones que fueron impuestas a las mujeres por los talibanes entre 1996 y 2001 y que claramente delatan la ideología del patriarcado extremo que caracteriza su concepto de la mujer y la familia: .

  • las mujeres no juegan ningún rol en la esfera pública, ni siquiera puede haber imágenes de mujeres ni en revistas ni en tiendas.
  • las mujeres no se educan; a partir de los 10 años tienen prohibido ir a la escuela, mucho menos a la universidad.
  • los pantalones acampanados o los zapatos con taco alto están vedados, porque un varón no debe oír los pasos de una mujer; tampoco pueden usar vestimentas coloridas, porque para los talibanes los tonos vistosos son «sexualmente atractivos”.
  • durante el primer gobierno talibán hubo reportes de mujeres a las que les fueron amputados los dedos por haberse pintado las uñas; tampoco pueden maquillarse o usar cosméticos.
  • si no se atienen a las estrictas normas de vestir de los talibanes, corren el riesgo de ser azotadas en público.
  • no tienen derecho a tener presencia en radio, TV ni en reuniones públicas. De hecho, no pueden siquiera escuchar música.
  • las mujeres tenían prohibido montar en bicicleta o en motocicleta; para viajar en bus, deben hacerlo en buses solo para ellas. Si por alguna razón necesitaban un taxi, debían tomarlo en compañía de su mahram, una suerte de cuidador que debe ser un familiar cercano (padre, hermano o esposo).
  • las mujeres tampoco tienen derecho a participar en actividades deportivas o pertenecer a un club.
  • salvo algunas doctoras para atender a mujeres (pues ellas no pueden ser tratadas por médicos varones), los talibanes prefieren no ver a nadie del sexo femenino en puestos de trabajo.
  • deben usar un velo que las cubra completamente, no pueden salir solas ni estrechar la mano a un varón.
  • la voluntad absoluta en el matrimonio es siempre masculina.
  • muchas veces eran forzadas a casarse, incluso siendo niñas.
  • prohíbe a quienes no estén casados tocarse, abrazarse y besarse en público.
  • se prohíbe rechazar el matrimonio, si un hombre de tu familia decide que te casas, te casas, seas mayor, menor, quieras, o no.
  • la poligamia está aceptada para el hombre, pero éste no puede casarse con dos hermanas, ni tampoco con una mujer y su tía.
  • ningún miembro de la pareja puede contar a la gente lo que pasa entre ellos.
  • no está permitido que la mujer gaste del dinero de su marido sin su permiso, y tampoco puede pedirle a un hombre que se divorcie para casarse con ella.

Todas estas prohibiciones hacen claro de lo que se trata la ideología patriarcal talibán: un ejercicio de poder mediante el cual se impide a la mujer tener aquellas libertades y derechos que le permitan desarrollar las capacidades que le resten al dominio y control que el hombre tiene sobre ella. Esto es lo que la perspectiva de género nos permite reconocer y por eso es combatida.

Una lección para Puerto Rico

No pretendo decir que los y las antifeministas que atacan la perspectiva del género sean talibanes, pero el razonamiento y la práctica que las anima es el mismo: la ideología del patriarcado, desde luego adaptada al contexto puertorriqueño de democracia y derechos humanos. Al igual que los talibanes, carentes de la perspectiva de género, toman como natural, lo que no es sino cultural. Irónicamente las antifeministas critican desde los derechos que sus lideresas politicas mismas gozan en el presente gracias a las luchas feministas de los pasados doscientos años. Baste recordar el rechazo y vejamen que recibió nuestro Eugenio María de Hostos en Chile y Santo Domingo por proponer la educción científica de la mujer porque se alegaba implicaba la destrucción de la familia y de la verdadera naturaleza de la mujer.

La marcha histórica de la mujer por aceder a la plena igualdad de libertades, derechos, oportunidades y trato que corresponde a la dignidad de todo ser humano, no se pudo detener entonces y tampoco se detendrá ahora. Como lo expreso Thomas Jefferson, cuyo monumento visite hoy (5 de septiembre de 2021) durante mi estadía en Washington D.C.:

“No soy un defensor de los cambios frecuentes en las leyes y las constituciones, pero las leyes y las instituciones deben avanzar de la mano del progreso de la mente humana. Así como ésta se vuelve más desarrollada, más iluminada, a medida que se realizan nuevos avances, nuevas verdades son descubiertas y las costumbres y opiniones cambian, con el cambio de circunstancias, las instituciones deben avanzar también para mantener el ritmo de los tiempos. Pedirle a la sociedad civilizada que se mantenga para siempre bajo el régimen de sus bárbaros antepasados sería como pedirle a un hombre adulto que siga usando el abrigo que le calzaba cuando era niño.”

1. La sharia es la ley islámica que forma parte de la fe surgida del Corán y los hadices, los dichos y acciones del profeta Mahoma. Su aplicación en la actualidad es objeto de disputa entre los musulmanes conservadores, extremistas, y los musulmanes liberales. En el caso de Afganistán, entre 1996 y 2001, los talibanes introdujeron la versión más estricta de dicha ley. 

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