La Red de Educación del MVC ante el nuevo año escolar

» La esperanza hay que trabajarla como si se tratara de un músculo. La ejercitamos día a día conforme colaboramos en modos de rechazar o de resistir las muchas fuerzas contra la vida digna que nos impiden vivir con esperanzas. «

Autor: Rafael Burgos Mirabal
Pasado Coordinador General (2019-2020)
Red de Educación del MVC

 

Da inicio un nuevo año escolar. La Red de Educación del Movimiento Victoria Ciudadana desea extender cálidos saludos al magisterio, al estudiantado y a la empleomania  no docentes y a las madres, padres y familiares. Invitamos además para que reavivemos la esperanza que nos pone de pie todos los días. Sabemos lo difícil que es poner buena cara ante el mal tiempo, que se torna borrascoso con el pasar del mismo.

En momentos difíciles como estos, la esperanza hay que trabajarla como si se tratara de un músculo. La ejercitamos día a día conforme colaboramos en modos de rechazar o de resistir las muchas fuerzas contra la vida digna que nos impiden vivir con esperanzas. 

No bien damos inicio al nuevo año, se levantan las polvaredas ideológicas conservadoras frente al adelanto de conciencia que nuestro pueblo deja sentir en los debates públicos, sobre todo a partir de las elecciones del 2020. Las polvaredas se han levantado para sepultar los caminos ya iniciados, y aun trabajados, hacia la integración de la perspectiva de género en el sistema de educación.  Sabemos que estas polvaredas, que vienen de un desierto ideológico, se alían con las verdaderas intenciones del grupo de poder político mayoritario en el Capitolio y en el Ejecutivo, sellando entre unas y otros así la discusión de la política pública sobre el asunto, volviéndola a encajonar en el armario de lo programado desde siempre para la inacción por parte del establishment

Con estas polvaredas aliadas se ha justificado el golpe de gracia que con temor ya esperábamos. Las preguntas eran cuán pronto, cómo y quiénes lo asestarían. Ya con este llamado a borrar “la perspectiva de género” pueden cómodamente hacer recesar sus actos de prestidigitación: sin necesidad de tener que “dar la cara”, el Ejecutivo y el Legislativo pueden ya desmantelar los aguajes de tipo “comité PARES”, órdenes ejecutivas o de nada que pretenda asumir con seriedad y concierto la necesidad de atajar, mediante políticas públicas, las desigualdades por género y por sexualidad en las instituciones públicas y en una sociedad estructurada para excluir lo que no sea el patrón patriarcal y heterosexista normativo. 

La esperanza la cultivamos sumando nuestras voces contra estas tendencias a naturalizar visiones de mundo y conductas cotidianas con que se benefician los que ya ostentan el privilegio de su seguridad personal, material y sociocultural. La naturalización somete a “ la otredad no privilegiada”a un único modelo, patriarcal y heteronormativo (la norma “natural” es comportarse heterosexualmente), a pesar de la otre-dad constitutiva al interior de las poblaciones humanas, sea en combinaciones biológicas, psicológicas y/o sociales. 

La naturaleza plural y la realidad diversa son los fenómenos fundamentales que aparecen manifiestos en un primer plano ante el entendimiento humano y, por ello, para dictar pauta en cuanto a las agendas educativas. Es decir que, el que seamos naturalmente “humanas y humanos” no implica que la lección escolar sobre “una ética para humanos” empieza ni termina en el respeto que nos debemos todos a cada uno por ser “igualmente humanos”. A otro perro con ese hueso. Donde la enseñanza ética y humana decisiva debe comenzar es en el hecho de que no somos igualmente humanos ante la sociedad ni ante el estado, ni ante los patronos, ni aun ante incontables parientes o colegas. En la medida de nuestras fuerzas, hemos de continuar organizándonos hacia la transformación, en primer lugar, rechazando y resistiendo, ante esos portavoces de la ignorancia, los actos legislativos de sometimiento a semejantes fuerzas ideológicas, que lejos de representar la hueca “humanidad naturalmente compartida” encubren una intencionalidad de odio, empeños de exclusión y un regreso a la agenda oscurantista patriarcal. 

Desde la Red de Educación del MVC les invitamos para que sigamos haciendo más frondosas y tupidas las redes de apoyo mutuo, el cuidado en comunidad, la vida digna, y de esa manera, cultivar la esperanza, durante este nuevo año escolar que da inicio. No nos cansaremos de solicitar que trabajemos alineadas y alineadas con la Agenda Urgente del MVC, desde nuestras posibilidades personales y de organización en nuestros ámbitos de vida. En realidad, parecería que dedicarnos a eso habría de hacerse con más ahínco cada día según los titulares de la prensa nos remachan a quemarropa los ingentes obstáculos cotidianos que entorpecen nuestro acceder a la esperanza y a nuestros derechos. En este nuevo año escolar, no cejemos en alinearnos con nuestras mejores intenciones, y esmerémonos en servir siguiendo las más elevadas razones para educar a nuestra juventud y a nuestro pueblo porque vivimos tiempos decisivos.  

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