Entrevista a Rafael Bernabe, parte 3

En la tercera parte el senador Rafael Bernabe y el Pastor Julio Álvarez discuten el estado laico y la educación con perspectiva de género.

Julio Álvarez: Es que hay mucha confusión, hay mucha gente que no entiende primero lo que es y debe ser un estado laico. Por estado laico no entiendo que se quiera decir que la Iglesia no tiene una voz en problemas que nos afectan a todos por igual. Como pastor, yo ejerzo esa voz en contra de las injusticias sociales. Pero sí quiere decir que el estado tiene que ser imparcial en temas de creencias religiosas porque es la única manera de garantizar a toda la ciudadanía el mismo trato ante la ley y el mismo acceso al gobierno irrespectivo de las creencias o no creencias que tengan. Entonces no es la función de la Iglesia imponerle al estado su doctrina sobre la sexualidad. 

La otra confusión grande que hay es sobre definir lo que es perspectiva de género. Por definición, perspectiva no es una ideología. Eso es confundir la conclusión con el método. Perspectiva viene del latin ‘perspicere’, que significa mirar más allá de las diferencias entre hombres, mujeres y seres humanos en general. Es un enfoque de analisis para repensar la distribución de poder entre los seres humanos. Dentro de esa perspectiva se examinan diferentes posturas, no hay una sola. Es un mito que toda la comunidad LGBT, o que todas las feministas se sentaron un día en una mesa kilométrica a ponerse de acuerdo sobre una sola ideología sexual y que todos iban a hacer de izquierda política. Ayn Rand, la autora del libro La virtud del egoísmo citado por la senadora Joan Rodriguez Veve en una de sus alocuciones en el Senado, era muy de derecha, muy pro-capitalista, muy antisocialista y a la vez era defensora del derecho al aborto. 

Se han creado estos estereotipos y estos mitos de encajonar a todo el mundo en una sola postura. Mencionaba en una conversación que tuvimos previamente lo que dice el libro de de Laura Perez Porras que tiene un título que ha sido la consigna de estos grupos: ‘A mis hijos los educó yo’. Ese libro, publicado en el 2019 por la editorial cristiana Casa Creación, se está vendiendo en muchas librerías cristianas. Ese libro dice en la página 76 que la prevención del abuso sexual debería de ser el primer tema abordado en las escuelas, precisamente porque los depredadores sexuales aprovechan la ignorancia y la curiosidad natural de la ninez acerca de sus propios cuerpos para iniciarlos en el abuso sexual. Por eso esa propuesta de dejar el tema solamente en manos de los padres y las madres  es una propuesta peligrosa, y cabe señalar que quien escribió el prólogo de ese libro que fue Sixto Porras, quien estuvo aquí en Puerto Rico junto al liderato del Proyecto Dignidad, dando unos talleres para pastores los días 2 y 3 de septiembre del 2022. 

Rafael Bernabe Riefkohl: Si, varias cosas. Primero, la constitución de Puerto Rico, que tiene muchos aspectos positivos, dice que en Puerto Rico existirá estricta separación entre iglesia y estado. No dice separación, dice estricta separación entre iglesia y estado. Y esa consigna la defendieron muchísimo en Puerto Rico y otros países similares a Puerto Rico las iglesias protestantes, las iglesias no católicas, porque cuando tú planteas una iglesia vinculada al estado o un estado vinculado a la iglesia, se plantea el problema: ¿cuál iglesia? Si usted es pentecostal, o de X o Y denominación, a usted le interesa que  no hubiese una iglesia de estado, porque la iglesia de estado era la católica, no era otra. Así que entonces, precisamente la libertad de culto — que usted pueda tener el culto que usted quiera, cristiano o no cristiano — supone la separación de iglesia y estado. 

La separación de iglesia y estado no es algo que defienden nada más los ateos que no creen en la religión. ¡Lo tienen que defender las diferentes religiones! Si usted es budista, si usted es musulmán, si usted es santero, si usted es católico, si usted es protestante, si usted quiere tener libertad de culto para practicar su culto, pues entonces usted no puede favorecer que el estado tenga una iglesia o una creencia religiosa que es la que se va a enseñar en la escuela. 

Lo otro que te iba a señalar era lo de la perspectiva de género. Sobre esto se dice tantas cosas, y la verdad es que la Perspectiva de género es muy sencilla: es mirar las cosas desde una perspectiva que tome en cuenta el género. Si usted dice “en Puerto Rico hay 10% de desempleo”, la perspectiva de género quiere decir que usted no se queda ahí. Usted también quiere averiguar, dentro de ese 10% de desempleo ¿cuál es la tasa de desempleo entre las mujeres? ¿Cuál es la situación? Entonces estás tomando en cuenta de que quizás hay muchas mujeres que están en el hogar y quisieran trabajar fuera del hogar, pero no buscan empleo. Perspectiva de género quiere decir, vamos a analizar esto desde el punto de vista de la situación de las mujeres. La Universidad de Puerto Rico ha perdido 20,000 estudiantes en los últimos años, dice una estadística. Perfecto. ¿Qué te dice la perspectiva de género? Bueno, vamos a averiguar, de esos 20,000 ¿cuántos eran hombres y cuántos eran mujeres? Quizás son más mujeres las que se han ido de la universidad que hombres. Lo que quieres es mirar el ángulo. Igual que podías hacer una perspectiva racial. Podías analizar desde el punto de vista de la raza, o de la tonalidad de piel, como lo quieras llamar. Es una manera de mirar el problema que sea. Porque se entiende que los problemas sociales que existen afectan a todo el mundo, pero afectan de manera diferenciada a las mujeres. La perspectiva de género lo que te dice es hay que mirarlo desde ese ángulo. Por eso es que la definición de las labores de la Procuradora de la Mujer que hemos estado discutiendo recientemente plantea que la Procuradora de la Mujer tiene que examinar los problemas del país desde una perspectiva de género. Si es la Procuradora de la Mujer, para eso es que está, para mirar las cosas desde ese ángulo. 

La consigna de ‘a mis hijos los educo yo’, creo que es un tema bien interesante que hay que discutir. Ahí yo planteo dos cosas y una de ellas puede ser un poco controvertible pero es mi posición: yo creo que hay que reconocer la autonomía de todas las familias de efectivamente educar a sus hijos como quieran. Los padres educan a sus hijos como quieran. Eso yo lo reivindico porque si yo tengo un hijo, yo quiero educarlo como yo quiera. En mi casa le voy a enseñar mis valores y mis concepciones. Ahora bien, yo creo también que la comunidad, la sociedad, tiene derecho a través de sus instituciones, como las escuelas, a determinar como sociedad que quiere educar a los niños de cierta manera. Y esas dos cosas tienen que coexistir. 

Te doy un ejemplo: el racismo. Cuando tú dices ‘a mis hijos los educo yo’, eso quiere decir que una familia que es racista tiene perfecto derecho a educar a sus hijos en el racismo. Cuando están en la sala de la casa o en el comedor de la casa, ese padre puede decirle a sus hijos que los negros son inferiores, los negros apestan, los negros son unos vagos, pueden meterle todo ese veneno a sus hijos e hijas en la cabeza porque ‘a mis hijos los educo yo’, y yo soy racista y yo los educo en el racismo. El estado y el gobierno no pueden meterse en la sala de esa casa y controlar. Ahora, cuando ese niño o nina  va a la escuela, la sociedad tiene perfecto derecho a decir, ‘en la escuela nosotros como sociedad hemos decidido que no vamos a enseñar racismo, que vamos a enseñar igualdad, que vamos a atacar el racismo’. Y el padre no puede decir ‘ah no, a mis hijos que no le enseñen eso, a mis hijos que le enseñen racismo en la escuela’. Usted en su casa, usted que es un racista y un ignorante, enseñará lo que usted quiera. Ahora aquí en la escuela nosotros vamos a explicar estas cosas porque como sociedad hemos decidido que queremos ir en contra del racismo. Como sociedad vamos a ir en contra de la discriminación. Si usted quiere todavía mantenerse en esa mentalidad, pues usted se mantiene, pero no pretenda que la escuela haga eso. 

Entonces, de igual manera, si usted en su casa quiere enseñarle a la gente que los gays son unos inmorales, que los gays son unos enviados del diablo, y no sé qué cosas le enseñen, pues usted se lo enseña, porque a sus hijos los educa usted, ¿verdad? Pero usted no pretenda que en la escuela le enseñemos los prejuicios que usted está enseñando en la casa. En la escuela como sociedad tenemos perfecto derecho a decidir. Hemos decidido que nos vamos a educar en la equidad. Y esa es la situación en que estamos. O sea que yo creo que a los hijos e hijas  en su casa usted los educa como quiera. Ahora, a sus hijos e hijas  en la escuela, es una cosa que se determina socialmente, que determina la comunidad, y si usted está en minoría, en cuanto a eso, pues, va a haber un problema. 

Y eso aplica en todo. Yo soy socialista, como tú dijiste ahorita que tú eras, así que yo a mis hijos les enseño valores que están vinculados con el pensamiento socialista. Ahora, yo no puedo pretender que en la escuela se les enseñe el socialismo, porque en este momento en la sociedad nuestra esos no son parte de los valores universalmente aceptados. Perfecto, yo no pretendo que en la escuela le estén explicando unas ideas que yo sí le estoy explicando. Pero, de igual manera, la sociedad decide, esto es lo que es el currículo que nosotros queremos impulsar. Yo creo que positivamente en muchas sociedades hemos adoptado la perspectiva de que en la escuela queremos enseñar antirracismo, queremos enseñar igualdad, queremos enseñar equidad. 

Y eso no violenta el derecho de quien quiera educar a sus hijos e hijas  en su casa en otros valores, pero no podemos adaptar lo que como sociedad hemos decidido a los perjuicios de X o Y o Z. Ahí hay un conflicto, o sea, ahí no hay armonía posible. Usted le está enseñando racismo en su casa a los niños y niñas , y en la escuela le están enseñando equidad. Ahí hay un choque. Pero yo no creo que la sociedad pueda ceder al concepto de que ‘a mis hijos los educo yo’ así es que vamos a enseñar racismo en la escuela, no. 

Julio Álvarez: El problema es el que no tiene padres, que es huérfano. Entonces a ese se le niega el derecho a la educación porque uno de los problemas de esa visión individualista y de capitalismo extremo donde cada uno resuelve como puede es que deja fuera a mucha gente, ¿no? Si la educación no es un derecho, es una mercancía, como se hizo con la salud, los huérfanos entonces no van a tener educación. 

Profesor, le agradezco mucho el tiempo dedicado, me siento privilegiado de que me haya concedido esta entrevista, aunque sé que usted es una persona que siempre está cerca del pueblo, y lo admiramos y lo apoyamos por esa misma razón. Así que muchas gracias, profesor. Rafael Bernabe Riefkohl: No, gracias a ustedes. Siempre es un placer conversar sobre estos temas.

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