Alianzas políticas en la Colombia

Por: Dr. Dolsey Amador Fonseca | Universidad del Magdalena, Santa Marta, Colombia

El concepto de alianza como la unión o pacto entre personas, grupos sociales o estados para conseguir un fin común, se ha deteriorado con el paso de los años. Ahora bien, ¿qué es una alianza política? Desde Aristóteles hasta el presente la política en su principal acepción hace referencia a las acciones dirigidas a gobernar una nación, una región (gobernación, distritos, cabildos, etc.), o institutos descentralizados dentro de la administración pública.

El declive de los partidos políticos ha conducido a sus dirigentes a concertar alianzas para seguir en el poder gobernando sin buscar el bien común de la nación, sino el “bien común de la nueva dirigencia” nacida de los partidos que han fracasado en nuestra vida republicana por más de 200 años.

Quizás el más sonado caso de un pacto histórico, que selló la violencia en Colombia fue “El Frente Nacional” nacido de la crisis institucional del gobierno colombiano a raíz de la muerte del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, dando origen a la alternancia de los partidos tradicionales en el gobierno, una alianza entre los mismos que han conducido a la nación a la violencia partidista inicial hasta abarcar todas las ramas de nuestra sociedad y principalmente cercenando los derechos ciudadanos. 

Terminó la alianza del Frente Nacional y la guerra fratricida continuó y especialmente contra aquellas colectividades con otra orientación política, como los partidos de izquierda nacidos de los acuerdos de paz del gobierno de Belisario Betancourt (1982-1986) con las extintas FARC. Ello dio origen a la alianza como partido político de la Unión Patriótica (UP) y cuya persecución política con anuencia del aparato militar estatal dieron el exterminio de la UP, como resultado hubo muchos exiliados y otros militante vilmente asesinados entre ellos candidatos presidenciales. Fueron más de 5.000 los aliados de la UP asesinados. La persecución también se dio contra el otrora M-19 que originó la Alianza Democrática como partido político y protagonista de la Asamblea Nacional Constituyente que lanzó al país la nueva constitución de 1991 y constituyéndose los partidos de izquierda en nuevas fuerzas políticas.

Un tipo de alianzas con réditos políticos, las  llamadas “alianzas macabras”,  empieza a gestarse en la década de los ochenta inicialmente para suscripciones electorales municipales, distritales y regionales. Contaron con el apoyo de fuerzas nacidas del narcotráfico y dando inicio al paramilitarismo con dos grandes carteles: el de Medellín y el de Cali, quienes financiaban campañas políticas e incluso pudieron llevar sus propios candidatos al Congreso de la República, incluido el presidente de la república a bordo. El narcotráfico y el paramilitarismo una alianza de insospechados resultados invadió todas las ramas de la sociedad tanto las de carácter público como privado, cooptaron a los electores obligándolos a votar por determinados candidatos los cuales después de investigaciones judiciales fueron condenados por constreñimiento al elector, a pago de cárcel por el mencionado delito. El poder de estas alianzas que dieron origen a la expansión del paramilitarismo y el narcotráfico conocida hoy como parapolítica también tuvo sus frutos en el desplazamiento forzado y masacres de campesinos a quienes los despojaban de sus tierras. Esta alianza fue denunciada en grandes debates en el Congreso de la República por el senador Gustavo Petro Urrego, hoy presidente de la República.

Los gobiernos de Samper y Pastrana dieron el toque final a los dos partidos tradicionales, aparecen alianzas entre miembros de estos dos partidos para fundar nuevos partidos o movimientos políticos conocido este truco como operación avispa, la cual Castro (2002) define como: estrategia electoral de los partidos y organizaciones que presentan varias listas y candidatos en una misma circunscripción electoral y para unas mismas curules. Algunos de esos movimientos fueron: Movimiento de Renovación Acción Laboral MORAL (Mario Uribe y Miguel Pinedo Vidal, condenados por Parapolítica), Cambio Radical (Rafael Pardo, German Vargas Lleras: liberales), Convergencia Popular Cívica (Rocío Arias: parapolítica, Oscar Iván Zuluaga: centro democrático), Convergencia ciudadana (Alberto Gil: condenado), Movimiento de integración Popular (Mipol) (Dieb Malof, Luis Vives, Mario S Nader, Vicente Blel: condenados). Para otras alianzas puede consultarse: Parapolítica. La ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos

El inicio del siglo XXI asoma por el horizonte político un líder ya conocido en las lides regionales de la política e incitador de las alianzas macabras: Álvaro Uribe Vélez con la bandera de la “seguridad democrática”, como empeño para derrotar a la guerrilla de las FARC. Fueron 20 años de dictadura de un partido político (Centro Democrático) donde se cometieron todo tipo de violaciones a los derechos humanos, corrupción al más alto nivel patrocinada por otra alianza macabra: las fuerzas militares legalmente constituidas, los partidos y movimientos nacidos de la operación avispa y los empresarios. 

Un suspiro apareció en ese nublado horizonte cuando el presidente Juan Manuel Santos firmó a nombre de todos los colombianos el Acuerdo de Paz con las FARC en La Habana en 2016. Esta fue una alianza que prometía otras condiciones de vida en el país, pero que el mismo Estado no fue capaz de proporcionar protección a los desmovilizados y mucho menos cumplir con dichos acuerdos; que dieron al traste con la tranquilidad de los excombatientes, que aún hoy continúan asesinándolos.

Las luchas de Gustavo Petro como senador y como alcalde de la capital de la República dieron inicio a lo que Wilensky (1975) citado por Camarero (1998) decía: “…la esencia del Estado del Bienestar es la garantía por parte del gobierno de estándares mínimos de renta, alimentación, salud, vivienda y educación, atribuidos a cada ciudadano no como gesto caritativo, sino como un derecho político”. 

Pero quizás fue el paro nacional de 2021 contra las nefasta políticas del gobierno de Iván Duque (con Uribe en la sombra), que marcó un hito en las protestas sociales en Colombia, la que sentó las bases para una gran alianza política de izquierda entre todos los sectores excluidos y minimizados. Sindicatos, gremios de transportadores, microempresarios, maestros , docentes universitarios, comunidades indígenas, comunidades afrocolombianas, comunidad LGBTI, estudiantes universitarios, campesinos, madres cabeza de hogar, feminismo, comunidades de aprendizaje diverso y diferentes movimientos políticos que terminaron conformando la gran alianza denominada PACTO HISTÓRICO que llevaría a Gustavo Petro a la presidencia de la República.

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Castro, J. (2002). Diccionario de la reforma política. Bogotá: Editorial Norma.

Corporación Nuevo Arco Iris. (2007). “Parapolítica, la ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos” (semana.com) Bogotá, D.C: Intermedio Editores Ltda.

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