Llamado a la cordura e invitación a la sensatez ciudadana con el triunfo de Gustavo Petro y Francia Márquez

Lic. Ms. Ernesto Vicente Caiafa Montañez || Presidente del Colectivo Consciencia Magisterial del Magdalena, Colombia

Históricamente los debates electorales han dejado a la nación dividida y esta vez no es la excepción; la tranquilidad con la que el pueblo trabajador, los pueblos étnicos tanto afrodescendientes y nativos ancestrales, es decir, la otra Colombia, la periférica, la olvidada, con motivada participación movieron la línea de abstención en este país; hecho de admirar; por su masiva participación a pesar de las dificultades de movilidad y accesibilidad. Valorando los resultados cuantitativa y cualitativamente, nos muestra el hecho histórico de las pasadas votaciones presidenciales; que, según  los analistas políticos y estudiosos de la materia siempre aseguraron que el PACTO HISTÓRICO y su fórmula Presidencial ya había llegado a su techo. Eso nunca ocurrió, sino todo lo contrario. Por otra parte la obstinada y baja campaña de la contra parte que arreció inclementemente con el único contradictor a pesar de los diferentes alfiles del uribismo, que vestidos de diferentes plumajes el pueblo los identificó fácilmente, esto es una demostración que la nación ya los conoce por su manera muy característica de hablar. 

Los pueblos de la sierra nevada de Santa Marta, el Corazón de Mundo, lo pronosticaron, «la palabra y el corazón son expresiones del Espíritu, por tal razón hacemos honor a la palabra» (Mamo  Arhuaco, en entrevista que tuviera con Gustavo Petro el día anterior a los comicios, posesionándolo anticipadamente del solio de Bolívar).

Llega el día de las elecciones y en muchas regiones del país, el pueblo se moviliza en la marcha pacífica por la democracia, la reconciliación y la paz de un gobierno de transformación. Las condiciones climáticas fueron adversas con precipitaciones en la gran mayoría del territorio nacional. Pero esto no fue un impedimento para cumplirle no solamente a esta generación, sino a las futuras de los colombianos que sueñan y aspiran con un país de oportunidades e inclusión social. Recordaremos la tarde-noche del 19 de junio con alegría, con euforia y satisfacción plena; normal y natural luego de doscientos años de un pueblo luchar de distintas formas por vivir mejor y recibir a cambio torturas, golpes, asesinatos, encarcelamientos y desapariciones.

Al pueblo colombiano le tocó vivir y soportar la violencia y la guerra de liberales y conservadores, la de las guerrillas, los paramilitares, la de las fuerzas armadas represivas; en fin, una constante de movilizaciones, paros y marchas de protestas reivindicativas, hasta cuando nos decidimos aunar voluntades y lanzarnos a la conquista del gobierno por la vía electoral y civilizada. Lo hicimos en contravía del uribismo, el narco-paramilitarismo, las violentas fuerzas oscuras, la rancia oligarquía concentradora de la riqueza, las transnacionales y contra el gobierno de Iván Duque. No fue fácil, hasta la semana del día electoral continuaron los asesinatos de los líderes y lideresas sociales y populares y la detención de numerosos “jóvenes de la primera línea”, las calumnias y descalificaciones de toda índole. Este acumulado histórico de lucha y resistencia se manifestó el domingo, 19 de junio de 2022 y por ello el júbilo popular y ciudadano, porque ahora nace una esperanza, conocemos el talante del presidente Gustavo Petro y el empuje de la vicepresidenta Francia Márquez.

A partir del 7 de agosto comienza la gran hazaña: trabajar para materializar y ver hasta donde se puede llegar con los CAMBIOS prometidos al pueblo que los llevó a la Casa de Nariño. Esos proyectos de cambio, en primer lugar, pasan por consensuar acuerdos amplios en el Congreso de la República (Senado y Cámara); pero también definir unas prioridades a empujar y materializar en los cuatro años: 

1) Rescatar como experiencias positivas de estas campañas la necesidad de rediseñar la estrategia de la acción política, cívica, popular, gremial y sindical en el accionar de la virtualidad de las redes sociales, disputar ese escenario e incidir a través de estos medios con nuestras tesis, mensajes, propuestas y convocatorias programáticas.

2) Instalar Diálogos Regionales con fuerza vinculantes  en el escenario de la agenda pública nacional y regional para la igualdad con sostenibilidad ambiental; el Estado Social y Democrático de Derecho, su desarrollo y materialización lo cual pasa por lograr el acuerdo nacional lo más grande posible y una campaña de socialización pedagógica, sensibilización y comprensión de los contenidos de la Constitución Política Nacional, en el entendido que Colombia es un país de regiones, pluriétnico, pluricultural y laico. 

3) La igualdad de género, las transformaciones de los sujetos y las subjetividades. 

4) La salud y la seguridad social excluirla del mercado, reivindicándola como derecho y trabajando un modelo de salud público global. 

5) Construcción de una agenda común y lucha por organizar un nuevo modelo productivo del país: de respeto al medio ambiente, de revolución industrial, tecnológica, agropecuario y las manufacturas, de desarrollo del campo (Rescatar apartes de la Ley 135 de 1961, tierras, vías, insumos, créditos blandos, seguros de cosechas y comercialización). 

6) Acelerar el desarrollo y materialización de la agenda de paz concertada y ello requiere rescatar la esencia del significado de lo que concierne la PAZ, (Cumplimiento de la Resolución 2532 del 1 de julio de 2020 del Consejo de Seguridad de la ONU). 

7) La lucha contra el cambio climático, sanitaria y económica.

8) Construir y aprobar una ley de transformación tributaria equitativa, progresiva y eficiente, que contemple herramientas y medidas efectivas para combatir, sancionar y erradicar la evasión y la elusión. 

9) Presentación de la propuesta de una renta básica de emergencia, que integre de una vez por todas los proyectos vigentes de “Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Colombia Mayor”, Ingreso Solidario y devolución del IVA”, haciendo más eficaz la acción Estatal.

10) Revisión y adecuación de una reforma política y del sistema electoral colombiano.

11) Trabajar una regulación democrática del teletrabajo, la economía colaborativa y del cuidado, la educación virtual, el comercio electrónico y el empleo de las plataformas, en la vía de impulsar políticas y proyectos de empleo.

12) Una Reforma a la Policía Nacional y las FFAA lo cual, además de pasar por el traslado de la Policía del Ministerio de Defensa al Ministerio del Interior -aspecto legal-, también aborde el asunto de la formación, capacitación y el profesionalismo en políticas de DDHH y salarios dignos. 

13) Los proyectos para la defensa de la educación pública, administrada y financiada por el Estado, la reforma al Sistema General de Participaciones -SGP-, el desarrollo e implementación del preescolar de tres grados, la revisión y adecuación positiva bajo el principio de progresividad de las leyes reglamentarias sobre educación pública, salud y seguridad en el trabajo, lo prestacional, autonomía, libertad de cátedra, el rescate de la pedagogía, la didáctica y el rol de las Escuelas Normales y las Facultades de Educación; así mismo, la reforma de la Ley 30 de 1992 de Educación Superior, etc.

14) Lucha frontal contra las expresiones y casos de corrupción administrativa y que aniquilan la viabilidad del Estado.

El día posterior a las elecciones, el capítulo y la casa de Nariño fue protegida por un Arcoíris que nos recuerda el PACTO Griego de los Dioses del Olimpo y los hombres de la tierra, para recordarles que no estamos solos. ¡Cuando el justo gobierna el pueblo se alegra! 

Esperamos que las expresiones políticas en las regiones, no se apropien de manera oportunista de los resultados que son única y exclusivamente de la ciudadanía, que libremente salió a ejercer la expresión más simbólica de libertad democrática. No podemos permitir el utilitarismo electorero de esas expresiones que pretenden re-encaucharce para aspirar en las diferentes posibilidades electorales hacia el futuro inmediato; ya el pueblo ha emitido su desaprobación, una elección es distinta a la otra, por tal razón no pretendan capitalizar una expresión del soberano, el cual es su único portador.

Mi invitación es a sintonizarse mejor con la frecuencia popular y de allí saldrán en consenso limpio y sin calculismo, ni milímetria politiquera los verdaderos y auténticos líderes que se tomarán los cargos de representación popular.

¡Viva el Triunfo de Pueblo colombiano!

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