Yo tenía una luz que a mí me alumbraba, dice una canción de navidad famosa en Puerto Rico. Solo que esta vez no es la brisa la que la apaga, sino “el sargazo”, la falta de mantenimiento, la obsolescencia programada de los recursos de la Autoridad de Energía Eléctrica que hoy día está en manos de Luma, una compañía norteamericana cuyo principal ejecutivo burla nuestro sistema legislativo y judicial que en repetidas ocasiones le ha pedido que rinda cuentas sobre cómo se distribuye nuestro dinero. Nunca antes, en los 42 años que lleva la AEE, hemos experimentado tantos apagones corridos, en detrimento de los enseres, el equipo médico, y la paz mental de los puertorriqueños. Si algo tenemos claro es que Luma tiene que irse: así lo demostró la manifestación pacífica del pasado viernes 15 de octubre, que algunos propagandistas políticos quieren menospreciar para que la gente continúe pensando que fue inefectiva, que la indignación es de una “minoría”. Parecen olvidar o prefieren ignorar que estamos en este problema precisamente por una minoría que perpetuó en el poder al partido que se ha dedicado a saquearnos y que continuará hipotecando nuestro futuro hasta que sea insostenible vivir aquí, para que la fantasía de “un Puerto Rico sin puertorriqueños” se haga realidad.
El otro día vi en la red social Twitter una consigna que me llamó la atención: “Se acabó la resiliencia y comenzó la resistencia”. Piense bien en esa consigna. Somos un pueblo en pie de lucha, que de un tiempo para acá ha sido abrumado con huracanes, terremotos, pandemias y, para colmo, gobernados por personas irresponsables, imprudentes y egoístas, que solo buscan el bien para su claque, aunque eso signifique dejar a oscuras literal y figuradamente a millones de puertorriqueños que lo único que quieren es progresar y llevar una vida digna en su propia tierra.
Ahora más que nunca debemos resistir. Porque van a hipotecar nuestro país, van a querer vender nuestros recursos naturales, van a continuar con la obsolescencia programada para también privatizar la generación de energía que está aún en manos de la AEE. De ahí querrán volver a privatizar la AAA, Van a querer lavarnos el cerebro con falacias fáciles a manos de los propagandistas políticos que abundan en los medios de comunicación, para hacernos creer que lo privado es mejor que lo público, que las uniones son malas y que “para ganar hay que gastar”, aunque eso signifique desarropar a nuestros pensionados para arropar a nuestros deudores. |