Dr. Dolsey Amador Fonseca Universidad del Magdalena, Colombia

Ciudadanía y pensamiento crítico

En el epígrafe del prefacio de Homo videns, Sartori (2018) escribió de Aldous Huxley, en “Un mundo feliz”:

‘«¿Por qué no le dais a la gente libros sobre Dios?». Por la misma razón por la que no le damos Otelo; son viejos; tratan sobre el Dios de hace cien años, no sobre el Dios de hoy. «Pero Dios no cambia.» Los hombres, sin embargo, sí.’

Pero ¿Cuál es el Dios de hace cien años?, pensamos en la publicación original de la obra mencionada de Huxley: 1932, al remontarnos cien años atrás, observamos el contexto de la Inglaterra cuna de la revolución industrial y con ella al inicio de lo que se denominó la ‘’economía capitalista’’, creando a su vez las instituciones que dieran origen a una nueva formación de mano de obra barata e infravalorada y que aún se extiende a nuestros días.

La emergencia de la clase social dominante (capitalista) y clase social oprimida (obreros). Tal vez ese es el cambio a que se refería Huxley al final del epígrafe. Ese sistema aún persiste en todo el mundo, en algunas regiones con mucha más esclavitud laboral que en otras.

Los ciudadanos de diferentes nacionalidades, se han vuelto absortos ante la serie de injusticias que colman sus vidas, no solo en lo personal, sino en su contexto social y natural. Las luchas que se han venido librando a lo largo y ancho de todo el mundo occidental, han permitido avizorar un nuevo horizonte para los pueblos latinos o de nuestra América en particular. Está surgiendo un cambio social y político ligado a una nueva manera de pensar individualmente y en el otro. Debemos luchar ahora en contra del imperio de la tecnología que cada segundo copta al individualismo y copta el pensamiento social y nos aleja de los interrogantes que nos llevan a descubrir las falacias democráticas que nos han sumido en la esencia de lo electoral. La juventud debe tener más presencia y responsabilidad en el destino de su nación asumiendo críticamente su rol en los distintos espacios que jalonan el desarrollo y progreso de su nación.

¿Cuál es el rol de las instituciones educativas (IE)?

No debemos acercarnos a una manera de pensar crítica simplemente pensando en Sócrates y su mayéutica, Platón y su dialéctica o Aristóteles y su retórica o seguir la moda de ubicarnos en definiciones o conceptos expresados por algún autor en particular como: Dewey, Fasione, Ennis, Paul y muchos otros, de los cuales podemos escoger lo que más le convenga al Proyecto Educativo Institucional (P.E.I) y a los estudiantes en particular. La globalización de la pandemia producida por el COVID-19, mostró en todo el planeta lo indefensa que estaban las I.E y por ende las personas responsables de la educación en cada nación. Se corroboró que el pensamiento sufrió un duro golpe post-pandemia. El pensamiento cartesiano, así como los sentimientos y emociones se distorsionaron y esta situación está siendo aprovechada por las galopantes clases y clanes que han querido penetrar su poder a través del Estado como su órgano ideológico. La educación virtual no fue la mejor y aunado a esto, la advertencia del neurocientífico Miguel Desmugre: ‘’El uso de la tecnología-Smartphone, ordenadores, tabletas- por las nuevas generaciones es absolutamente desproporcionado. Con solo dos años, el consumo medio se sitúa en torno a las tres horas. De las ocho a las doce a las tres horas. En la adolescencia la cifra se dispara casi a siete horas, lo que supone más de dos mil cuatrocientas horas al año en pleno desarrollo intelectual’’.

Los gobiernos y la industria tecnológica han difundido y aún lo hacen, sobre las bondades de la educación a través de las plataformas digitales en la mejoría de los procesos didácticos en la adquisición del conocimiento, lo que ha producido, según Desmugre : ‘’ Graves complicaciones de toda índole: sobre el cuerpo (obesidad, problemas cardiovasculares, reducción de la esperanza de vida), sobre las emociones (agresividad, depresión, comportamientos de riesgo) y sobre el desarrollo intelectual ( empobrecimiento del lenguaje, concentración, memoria…)’’. Nos recomienda el prestigioso científico: NO seguir promoviendo de manera acrítica el uso de las nuevas tecnologías.

Rememorando la crisis alemana en el pensar, Nietzsche (2019, p.106-107) señala las tres tareas debido a las cuales se necesitan educadores y educadoras: se ha de aprender a ver, se ha de aprender a pensar, se ha de aprender a hablar y escribir. Aprender a ver para Nietzsche es habituar el ojo a la calma, a la paciencia, a dejar que las cosas se nos acerquen; aprender a aplazar el juicio, a rodear y abarcar el caso particular desde todos los lados. Como aplicación práctica para el estudiantado, se aprenderá a ser desconfiado, lento, reacio ante lo nuevo y extraño. Para el filósofo alemán en el contexto de su época en las escuelas no se tenía la menor noción de enseñar a pensar, incluso en las universidades. Otro pensador alemán, Heidegger consideraba: Lo que más merece pensarse en nuestro tiempo problemático es el hecho de que no pensamos. Cuando el ser humano piensa, se adentra en lo que es el pensar, la capacidad de pensar como ser racional que es. La razón se desarrolla en el pensamiento. Para ser capaces de pensamiento hemos de aprenderlo. Aprendemos el pensamiento en la medida en que atendemos a lo que da que pensar, Heidegger (2019, p.17-19). Es un pensamiento meditativo.

¿Fueron las ideas de Nietzsche premonitorias? Quizás por lo que estamos viviendo en nuestras I.E en todos los niveles, tendríamos una respuesta positiva. Así siguiendo a Nietzsche y Heidegger es necesario que las I.E asuman su responsabilidad del enseñar a pensar y en especial fomentar el pensamiento crítico, para construir una ciudadanía comprometida con su entorno inmediato y con su nación y el mundo en general, para apartarse de las ataduras que le impiden conscientemente asumir su libertad.

Es por ello por lo que se hace necesario establecer pautas y propuestas didácticas para aprender a pensar de manera básica, como un eje transversal del currículo. El desarrollo del pensamiento es un tema para la vida y como tal debe orientarse en todas las asignaturas (Magendzo, 2003). Igualmente, como lo plantea Villarini (1987, p.42-43), se recomienda la estrategia E.C.A: Exploración, Conceptualización y Aplicación. En estas etapas el estudiantado: Reconoce su capacidad de pensamiento y fortalece su autoconcepto como pensador, evalúa su proceso de pensamiento y reconoce que el conocimiento es producto del esfuerzo del pensamiento eficaz, creativo y crítico.

Esto trae como consecuencia que la institucionalidad de un país se fortalezca y tienda a florecer una nueva sociedad donde la ciudadanía confía en ellas. Es necesario mencionar la propuesta los “Elementos esenciales de la democracia” planteados por Villarini (2011): Es bienestar, felicidad, desarrollo pleno, la vida digna de todos como finalidad, Distribución igualitaria del poder: la soberanía del pueblo, La Educación Popular Universal como Desarrollo de la Competencia para el Ejercicio del Poder, La Autoridad de la ley: La legitimación del Poder Político, El espacio público plural para el diálogo la deliberación y el consenso, El gobierno de la mayoría y respeto a las minorías: los límites a la concentración, Los límites del Estado, La delegación del poder y la representación; igualmente el educador puertorriqueño propuso las “Las competencias ciudadanas” son las que se refieren a capacidades generales de la subjetividad democrática; aquellas que todo ciudadano y ciudadana debe desarrollar para poder participar efectivamente en la democracia, es decir para hacer que su interés y voluntad cuente en el espacio público y en el proceso de organizar la voluntad colectiva: Inquirir interdisciplinario histórico-social, Interpretación crítica de la realidad socio-política, Diálogo y deliberación política-cívica, Comunicación y acción pública política-cívica y en Vega (2016) “Las características del pensamiento crítico” Es : Radical, anticapitalista, abierto, cuestiona la idea optimista de progreso, ecologista y antipatriarcal, nacionalista e internacionalista a la vez, anticolonialista e antimperialista, reivindicador de los oprimidos y sus luchas, comprometido y no meramente contemplativo, histórico, universitario y extrauniversitario al mismo tiempo, digno.

Los aportes de Ángel Villarini y Hernán Vega Cantor son útiles para interpretar, para el caso particular de Colombia la realidad sociopolítica vivida durante los últimos veintidós años y en especial el camino que condujo al Pacto Histórico al triunfo, tema para otra oportunidad.

Referencias bibliográficas

Desmurget, M. (S/F). La fábrica de cretinos digitales. Los peligros de las pantallas para nuestros hiijos, e-book de Planetadelibros.com

Heidegger, M. (2019). ¿Qué significa pensar? Madrid (España): Editorial Trotta.

Magendzo, A. (2003). Transversalidad y Currículum. Bogotá (Colombia): Cooperativa Editorial Magisterio

Nietzsche, F. (2019). El crepúsculo de los ídolos. Madrid (España): Alianza editorial, S. A.

Sartori, G (2018) Homo videns. La sociedad teledirigida. Ciudad de México (México): Pengüin Random House Grupo Editorial, S.A.

Vega, C; H. (2016). Elogio del pensamiento crítico. Ensayos iconoclastas. Bogotá (Colombia): Ocean Sur, ediciones izquierda viva.

Villarini, A.R (1987). Principios para la integración del currículo. Puerto Rico: Departamento de Instrucción Pública

Villarini, A. (2011). Competencias ciudadanas para las nuevas formas de democracia. San Juan (Puerto Rico): Organización para el fomento del desarrollo del pensamiento: Biblioteca del pensamiento crítico.